sábado, 1 de octubre de 2011

Sarah Kane




La verdad es que siempre estoy criticando la televisión, pero sé perfectamente que nunca me escapo al cien por ciento de ella y aunque la odio por muchos motivos, no puedo negar que en ciertas ocasiones me ha enseñado algunas cosas... La más bella estoy por relatárselas, todavía estudiaba criminología en Querétaro y no sé por qué aquel día no estaba en la escuela, el caso es que estaba viendo temprano en la mañana uno de esos programas de Venga la alegría o Despierta tu alegría o como se llame, no sé, se cambian de nombre todo el tiempo.
El caso es que recuerdo que salió una mujer a promover una obra de teatro, parecía una muerta viviente, demasiado pálida, era una de las actrices y decía que la obra llevaba por título Psicosis 4:48. Poco a poco fue contando detalles, del título dijo que así se llamaba por la hora, ya que en Lóndres a esa hora de la madrugada estaban registrados la mayor cantidad de suicidios.
Jamás había escuchado nada igual, me dieron escalofríos; finalmente la actriz dijo que la mujer que había escrito aquella obrase había suicidado, bastante previsible, pero todo aquello me pareció demasiado interesante, así que decidí viajar al D.F. para asistir a la obra.
Por alguna extraña razón les conté a mis padres y amigos que debía asistir a la obra por cuestión de la escuela, les dije que era una tarea, no sé por qué internamente aquello verdaderamente me significaba una tarea de vida, aquel placer me parecía demasiado culposo como para transmitirlo como mera diversión, supongo que a veces así las cosas se disfrutan más, el caso es que llevé a una amiga de la infancia y recuerdo también aquel día en la fila para entrar a la obra me encontré a otro conocido de la infancia que en ese entonces estudiaba teatro, tenía años de no ver a ambos, entonces los tres entramos a disfrutar de la función.
Recuerdo que todo me resultaba familiar, todo aquel ambiente, todas las palabras confusas e incomprensibles, la tensión, las preguntas al aire, los movimientos, la tristeza, la risa sarcástica, la ira, y hacia el final sentí un nudo en el estomago y tantas ganas de llorar, ¿cómo pude aguantar aquel sentimiento?, no lo sé, pero lo hice y por fortuna nadie me vio limpiarme la única lagrima que logró salir, sentí alivio pero al mismo tiempo muchísima ansia y desesperación, terminó la obra  ¡y no podía creer lo que había vivido así, que la había sentido de esa manera!, nadie me había dicho que el teatro podía ser eso, todo eso, fue un regalo y una explosión de sentidos.
Salimos y platicamos de la obra, fue genial, porque comenzamos una plática muy interesante entre los tres sobre ello, el yo, el súper yo, la locura, la mente, y muchas otras cosas, y me di cuenta que al haber vivido la obra y al haberme dejado llevar, no tuve que analizarla con otro instrumento que no fuera el de ni propia vivencia, y al salir de ahí todo había sido comprendido y digerido de una forma natural más allá de cualquier imposición de verdad absoluta, simplemente fluían impresiones que se nos habían tatuado, y yo quedé fascinada y decidí investigar más sobre la dramaturga.
Y qué puedo decir, para mi Sarah Kane fue un ser de otro planeta, una genio atormentada por muchos demonios, a quienes a pesar de todo supo darles el mejor de los usos. Ella creó el teatro llamado "in your face" se le llama así por que está hecho para cuestionar directamente al público, hacerlo sentir incomodo, sacudirlo, confrontarlo, y entonces entendí porque había sentido aquel día lo que había sentido. Todo lo que escribió créanme no es nada lindo, no esta hecho para hacerte sonreír, esta hecho para hacerte pensar que todo tiene una parte mierdera, y que si inútilmente optas por ignorarla regresará incluso en tus días más soleados para recordarte que de tu culo también sale mierda. Simplemente es algo real, muy real y siento que como parte de la sociedad eso tratamos de bloquear encarecidamente, sé que no es culpa nuestra enteramente porque los que tienen el poder siempre querrán dejarnos con una venda en los ojos, alimentándonos de mentiras por todos lados, pero si queremos enserio ver la verdad, bastará entonces que veamos un poco de lo que somos día con día, desde dentro, y me refiero también a esa parte que escondemos, la más podrida, la que tenemos ahí arrumbada en un rincón oscuro; bastara una simple miradita para entender por qué estamos como estamos como humanidad.
Y bueno Sarah Kane no sólo me dio a conocer la existencia de esa verdad, de esa parte obscura, también me dio dos regalos mas, primero un día leyendo sobre ella me enteré que uno de sus grupos favoritos había sido Joy division (cuyo vocalista también se suicidó) y bueno bastó con empezarlos a escuchar para comprender aún más sobre toda esa gente que busca quitar máscaras, su música también me transmite cosas que no se pueden analizar, simplemente se sienten, y la segunda cosa que me dio pues fue el teatro, gracias a ella comencé a estudiar teatro en vez de criminología, el recuerdo de aquel sentimiento nunca me abandonó y quise averiguar más sobre como poder recrear eso, y obtuve muchísima curación, se podría creer que el hacer teatro es ponerse mascaras y capas de vestuario y de maquillaje, pero internamente es todo lo contrario, limpias todo lo que eres, limpias ese rincón obscuro que nadie ve, para dar paso a vidas extraordinarias, y para mi limpiar aquel lugar fue la sanación mas grande que pude tener, por supuesto que es un trabajo de todos los días pero es posible, el sólo ver obras buenas como esas son una curación y yo fui afortunada porque son como un cometa, suceden una vez cada mil millones de años, me considero muy afortunada de que una obra de una inglesa haya logrado romper todas las barreras cultures posibles y haya sido ejecutada tan magníficamente por mexicanos.
Finalmente para mi la muerte de Sarah significa el renacimiento, la vida, en este mundo enrevesado; algunos mueren para enseñarles a vivir a los demás, simplemente es una cruz que sólo ciertos valientes atormentados pueden cargar.

Les dejo una reseña escrita por un tal Carlos Paul que salió en el periódico la Jornada sobre la obra:

Considerada como la mejor obra de las cinco que escribió la joven dramaturga británica Sarah Kane (1971-1999), Psicosis 4:48 será puesta en escena por primera vez en México.
Psicosis 4:48. De Sarah Kane, traducción de Ana Graham en colaboración con Antonio Vega. Dirección de Ignacio Ortiz. Intérpretes, Laura Almela, Ana Graham y Arturo Ríos. Escenografía e Iluminación Auda Caraza y Ateneo Chávez. FuncionesLunes y viernes a las 20 horas,Sábados a las 19 y Domingos a las 18 horas, en el Teatro El Granero Xavier Rojas del Centro Cultural del Bosque, costo de la localidad $150. 00, con 50% para Inaplen y estudiantes y maestros.
La anécdota de la pieza gira en torno de los últimos ocho minutos que faltan para que la protagonista decida si ingiere o no las pastillas que controlan su psicosis.
Kane irrumpió en el ámbito teatral a los 23 años de edad con Devastados, a la que siguieron El amor de Fedra, Purificados, Ansia y Psicosis 4:48, título este último que alude, según investigaciones, a la hora en que ocurren más suicidios en Gran Bretaña y que igual coincide con el momento de mayor lucidez de los pacientes siquiátricos, luego de pasar el efecto de los fármacos tomados la noche anterior.
Autora de culto a escala internacional por su singular talento y sus provocadoras y desgarradoras temáticas, Kane es considerada en la actualidad una de las dramaturgas de culto a escala internacional.
Su vida está marcada por el suicidio. En cierta ocasión ingirió grandes dosis de antidepresivos y barbitúricos. Esa vez recibió ayuda a tiempo y se recuperó. Pero en febrero de 1999, tomó más precauciones. Tras ingerir un cóctel fatal de fármacos, se cortó las venas y ahorcó en el hospital donde ella misma se había internado dos días antes. Tenía 28 años.
Meses antes Kane había escrito su última obra, Psicosis 4:48, la cual para el creador escénico Ignacio Ortiz y los actores Arturo Ríos, Ana Graham y Laura Almela, director e intérpretes de la misma, ''no debe tomarse como un aviso de su futuro suicidio. Por el contrario, es un texto de absoluta lucidez y reflexión de la autora, en el que se constata que cuando la escribió no estaba loca", pues, subraya Ríos, ''se ha creado el mito de que esa obra y el suicidio muestran lo que le pasó. Hay que ver a Sarah Kane por su creatividad de dramaturga y por lo que deseaba expresar con su teatro".
En esa obra hay entre paciente y médico una confrontación feroz de puntos de vista, una lucha entre la teoría de él y la filosofía de ella en defensa de su vida y dolor. Aquí la autora explora los límites entre lo que es considerado una conducta normal o sicótica.
Lo interesante, por un lado, explica Ignacio Ortiz, ''es el proceso que ella sufre
en esos ocho minutos. Por otro, respecto a cómo esta escrito el texto, es que no están acotados ni el género ni el número de personajes, lo que permite una variedad de lecturas que no obstante siempre reflejan la misma cuestión".
En esta obra, para Ortiz, la preocupación central se enfoca ''en el deseo de ser amada, anhelo de todo ser humano. Se ha dicho de Kane y su dramaturgia que es una autora depresiva y no lo creo así; pienso que más bien es una dramaturga esperanzadora, en el sentido de que deja en sus textos ese deseo de ser amados, como única manera de vivir en un mundo lleno de atrocidades".
El interés por esta obra ha llevado a otras compañías a montarla. Tan es así, que durante este octubre se escenificará en ciudades de Estados Unidos, Bulgaria, República Checa, Gran Bretaña, Alemania, España e Irlanda.
Es una pieza, comenta Arturo Ríos, ''que toca fibras muy dolorosas y que requiere de un esfuerzo mental del espectador, quien de alguna manera debe ir armando la historia".
Psicosis 4:48 será estrenada el viernes 14 a las 20 horas en El Granero, espacio donde Por Piedad Teatro Producciones escenificó Devastados y Ansia. Funciones lunes y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 y domingos a las 18 horas.

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