Yurk es un revlión,
una criatura mitad anfibio mitad hombre de sexo masculino. Tiene 70 años, que
equivalen a 30 de un ser humano del planeta Tierra.
Vive en el anillo de
Saturno llamado Febe y es un ser extremadamente alto y largo. Su piel es igual
a la de una salamandra, sólo que la de su raza es transparente, tiene ancas
iguales a las de un anfibio, ojos grandes y saltones como de una rana y una
lengua de serpiente, pero su torso, su cráneo y sus rasgos faciales son
semejantes a los de un ser humano.
Yurk es un ser ágil,
intrépido y bastante sano, se alimenta de micropartículas que flotan en el
anillo de Febe, jamás ha tenido que cubrir su cuerpo con ropa, ni conoce trapos
semejantes, su oficio es meditar para crear la música que debe corresponder a
la vibración de Febe, ya que cada anillo debe emitir una música y una vibración
distinta para que en su conjunto Saturno produzca Enke, una especie de hielo
que mantiene la temperatura del planeta para que siga con vida. Este oficio fue
heredado y enseñado por sus padres también mediante la meditación desde que
estaba en el huevo.
Los revliones
aprenden a vivir solos desde los 10 años, porque las condiciones de su planeta
permiten que puedan ser independientes sin correr ningún tipo de peligro y sin
necesitar ayuda, ya que se comunican entre sí mediante la telepatía y utilizan
la teletransportación.
Hay solo dos oficios
en Febe, ser meditador o moldeador de Enke, Yurk no tuvo opción, fue una
cuestión de linaje, pero cualquiera de los dos oficios le habría parecido bien.
Yurk ama su planeta porque se sabe parte vital de él, es como si fuese una
arteria.
Los revliones siempre
están conectados, no necesitan reunirse muy seguido, sin embargo cuando lo
hacen se permiten crear otro tipo de melodías mediante la meditación solo para
su divertimento y estas melodías las mandan a todo el universo aunque no están
muy seguros de que los demás planetas las reciban o de lo que produzca. Estas
melodías son dirigidas por los revliones más antiguos.
Yurk aún no conoce a
la revlion hembra con la que debe propagar su especie, sin embargo aún es joven
y son tan pocos los habitantes de Febe que sabe que será alguna de las cinco
jóvenes meditadoras que trabajan junto a él. Cuando la luna de Febe este llena
(suceso que ocurre una vez cada 3 mil años) se realizará el ritual de
apareamiento y sabrá por telepatía con que revlion hembra habrá de aparearse.
Yurk vive en completa
armonía, además de que es su trabajo y de cierta forma también su religión.
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