miércoles, 20 de mayo de 2015

La portentosa vida de la muerte de Bolaños (Ensayo y poema)

A pesar de las críticas que han llovido a lo largo del tiempo sobre esta obra, a mí me parece sumamente divertida y profunda, por lo me alegra  haber podido analizarla en clase.
El tema de la muerte siempre es fascinante, por una parte quizás porque es tabú (dada su condición mística y trágica) y por otra porque es tan cotidiana que nos acostumbramos a no acostumbrarnos a ella; entonces sólo la vemos de reojo cuando asistimos a un funeral, cuando pasamos cerca del puesto de periódicos y vemos el encabezado con la foto del descuartizado del Alarma, o cuando es día de muertos o halloween; pero la verdad es que como tópico literario cuenta con un infinito potencial y pienso que Fray Joaquín Bolaños tuvo esta visión y supo trasladarla con humor y con una buena dosis de crítica social en donde no deja títere sin cabeza. Sobre si desarrolla o no lo suficiente a la muerte como un personaje, es algo que no encontré relevante o urgente, porque creo que lo importante en su discurso fue dejar claro que ahí está la muerte y ahí estará... así de básico y simple (pero sobre todo honesto)... por más que la odies o la ames, por más nombres que le pongas, por más que hagas o deshagas, por más títulos o riquezas que tengas, siempre estará ahí para recordarte que tan sólo estás de paso. Y aunque es innegable que la obra tiene una carga religiosa, moral y adoctrinadora, al final creo que te deja más con ésta idea de finitud y de instante, de presente, que con la idea de ir al cielo o al infierno; o por lo menos así sucedió con mi lectura e interpretación.
Por esta razón quise hacer un poema a manera de crítica social (siguiendo un poco la historia de Bolaños) en donde la muerte ha cambiado por la llegada del nuevo siglo; por lo que hice este proceso de preguntarme que hubiera escrito Bolaños si hoy estuviera vivo, viendo lo que nos acontece, viendo como vivimos a no vivir la muerte. Y aunque él lo hubiera hecho mejor, creo que hubiera seguido un poco la línea que intenté llevar, si bien él ya hablaba de una sociedad materialista y destructiva, en realidad lo único que hoy cambia es la forma, como casi siempre ocurre.
Mi poema no tiene un lenguaje antiguo ni recargado porque quise hacerlo de la forma más actual posible, y tiene verso libre aunque si lleva una rima vulgar, quizás porque lo pensé un poco a manera de narcocorrido de canción pop.



La glamurosa vida de la muerte
Siglo XXI

La muerte viste Channel y maneja un Mercedes
ya dejó de dar lecciones, tan sólo se divierte...
La muerte ahora desfila por las alfombras rojas
siempre es VIP y usa abrigos con pieles de zorra.
La muerte se ha olvidado de su abuela Concupiscencia
¿quién era esa vieja?
no más tiene tiempo pa´ la party, la moda y las pasarlas
del pecado original ya ni habla...
aunque bien que presume su Iphone, de esos que traen la manzana.
La muerte ya ni recuerda a sus padres...
Na más te habla de narcos y magnates.
La muerte ya no es amiga de médicos ni sepultureros...
tan sólo se codea de diseñadores y modelos.
La muerte tuvo una hija llamada Violencia
ella también bebe champagne y se la pasa de fiesta en fiesta
fue a la escuela con los hijos de políticos y empresarios
con ellos apuesta y se mete coca en los baños
le gusta el Men´s Club y paga en dólares
su madre la consiente y la peina en las noches
nadie sabe quien fue el padre
pero con tanta orgía ni quien le reclame...
Madre e hija son inseparables
siempre cantan juntas con alaridos demenciales.
La muerte ya perdonó a Aristóteles
Ahora lee narconovelas y ve Harry Potter
pero la muerte no es tonta ni ignorante...
tan sólo comprendió que el ser humano es insignificante, presumido y aberrante
por eso le sigue el juego...
pa quitarle el boleto al cielo.






























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